Sobre el pasto
Visité el mismo lugar con los sentidos abiertos. Primero durante una semana. Después durante un mes. Luego durante tres meses. Y finalmente durante dos años.
El lugar que visité es un lote que colinda con el corredor ecológico de La Dulcera. Está cerca a la casa en la que crecí.
Lo empecé a visitar porque era el lugar perfecto para ver y escuchar el bosque: la naturaleza que me rodeaba. Entonces lo visitaba siempre que sacaba a pasear al perro. Y en él veíamos juntxs el atardecer todos los días.
Cuando llegó la pandemia seguí visitándolo. Era el único lugar en el que podía pasar tiempo por fuera de mi casa, con la excusa de estar paseando al perro. Y durante este tiempo lo vi crecer libre, 'abandonado', porque nadie podía trabajar en él. Viéndolo crecer y crecer y crecer, ininterrumpido, comprendí cosas que cambiaron mi vida para siempre.
Al final de mis visitas ya éramos todxs unx solx: el lote, el bosque, el paisaje, ei perro y yo.
Este libro es una carta de amor a ese lugar que me acogió. Visitarlo cambió mi vida. La forma en la que sus pastos y flores me rodearon: la forma en las que sus pastos y flores y hormigueros rodearon el cemento, el bosque, los alambres de púas, el cuerpo de mi perro, me sigue sorprendiendo y llamando a la ternura.
Mi corazón experimentó su amor. Se transformó contemplando la belleza que lo rodeaba y de la eventualmente supo que hacía parte.
Estas fotos las tomé durante el 2020 y el 2021.
El libro también es el resultado del Taller de Libro de Artista que tomé con Natalia López Lombo.